Y entonces fue cuando ella se dio cuenta.
A desde entonces, nunca lo miro igual.
Se enamoro locamente de quien no imaginaba,
de quien no esperaba y de quien no estaba buscando.
Desde ese momento aprendió que el amor no se elige.
Es él quien nos elige a nosotros.
Llega sin avisar y cuando menos te lo esperas. Se instala y cuando decide hacer las maletas te arrepientes de haberle dejado quedarse, aunque no siempre termine así. Es un riesgo que vale la pena vivir.
ResponderEliminarBuena Caza!!